¿Eres de los que te levantas temprano aun cuando estás de vacaciones o te cuesta mucho despertar por la mañana porque por la noche se activa tu organismo? Eso que nos diferencia a unos y otros y que de forma coloquial asociamos o bien a los hábitos o a rasgos como la pereza en el caso de los noctámbulos o la disciplina en el de los diurnos, en realidad está relacionado con nuestra genética.

Los ritmos circadianos son de los que dependen nuestros ciclos de sueño. Una especie de mecanismo innato que nos predispone a mantener ritmos alternativos de descanso y vigilia y que a su vez dependen de lo que se ha denominado como el gen clock, es decir, nuestro reloj biológico natural que no funciona igual para todo el mundo.

Hay personas con ritmos circadianos matutinos que les cuesta menos levantarse y rinden más en las primeras horas del día, sin embargo en la medida que van pasando las horas se cansan antes que aquellos que tienen un ritmo vespertino o noctámbulo.

Al contrario, al noctámbulo le cuesta madrugar y en la medida que avanza el día su rendimiento y actividad van subiendo. Y no se trata de que no les importe aprovechar el día. Simplemente su gen clock le marca un ritmo diferente de segregación de melatonina para conciliar el sueño y aunque duerman un tiempo similar al resto, la gestión de sus energías es distinta.

Psicóloga en Cáceres. Terapia online y presencial. Dra. Aurora Gardeta.