La infancia es una etapa donde se fundamenta la capacidad para la empatía, para sintonizar con el otro y para la reciprocidad, aspectos claves en las relaciones futuras. Muchas de las dificultades que pueden aparecer forman parte del desarrollo normal pero el saber comprenderlas y reconducirlas es importante para que el niño pueda entrar en el resto de etapas de desarrollo sobre la base de unos cimientos sólidos. El medio de expresión de los deseos y experiencias de los niños es a través del mundo simbólico. Por eso el trabajo con ellos se hace a través del juego, como una forma de relación y vinculación que hace posible el análisis de sus problemas.
La colaboración de los padres es un apoyo fundamental en el proceso de psicoterapia que requiere de una implicación activa y comprometida con el terapeuta. Algunos de los problemas que pueden aparecer en los niños son: conflictos de relación en la escuela o en la familia, déficit de atención, rabietas, celos, problemas en los hábitos alimentarios, miedos o la inquietud.
“Que no te asuste el dolor de tu hijo. Trabajamos juntos”