Hace unos meses me topé con un libro titulado: “desde mi ático”, donde el ingenioso autor se preguntaba cómo es que aún no se había inventado la idea de construir una aplicación de móvil que mida el amor romántico con precisión matemática. Argumentaba que puesto que la oxitocina es la hormona encargada del amor, si la pudiéramos medir con un sofisticado programa informático,  ya no serían necesarias las eternas conversaciones en la lucha por quién quiere más a quién (yo más, no yo más) sino que bastaría con acercar el móvil al  cualquier punto del flujo sanguíneo del ser amado y obtener el resultado instantáneo de cuántos “kilomores” están presentes en cada momento.

Obnubilada por semejante propuesta, y amenazada con la idea de la extinción de los psicólogos de pareja, me pregunté si tal disparate no está tan alejado de la realidad, cuando, cuál ha sido mi sorpresa al descubrir la existencia de la CHURRIPUNTOS.

Se trata de una divertida aplicación de móvil dedicada a organizar, de la misma forma que lo haría un psicólogo conductual, las tareas que se reparten las parejas en su relación.

Y aunque pueda parecer disparatado lo cierto es que se basa en el conocimiento de cómo funcionan las relaciones humanas, en las que el equilibrio entre las aportaciones de cada parte y el sentimiento de equidad son dos elementos imprescindibles.

El funcionamiento del juego es sencillo: cada miembro de la pareja solicita al otro que realice las tareas que desea, y en la medida en que se vayan cumpliendo, se reciben puntos que más tarde serán canjeados por premios previamente pactados.

En realidad lo que con mucho acierto fomenta esta app es, por un lado, la comunicación de deseos en forma de petición explícita, evitando así que se acumulen necesidades en la pareja tras la pretensión de que el cónyuge las adivine o interprete.

En segundo lugar, ayuda a restablecer la reciprocidad entre ambos miembros de la pareja, estableciendo un sistema de reparto equitativo, para finalmente conseguir que este sistema se mantenga en la relación gracias a los refuerzos obtenidos por su cumplimiento.

Psicóloga en Cáceres. Aurora Gardeta.