Los chantajes de índole sexual a través de las redes sociales es una lacra que llega a afectar a 6000 personas cada año en España, aunque solo el 30% de ellas lo denuncian.  En esta llamada sextorsión  las víctimas son convencidas para compartir imágenes o videos a través de diferentes vías.

Las más comunes son los chats para conocer gente, pero otras como los juegos que aparentemente tienen el objetivo de la diversión resultan ser la tapadera para prácticas de un variado abanico de atrocidades: desde la sugerencia de realizar comportamientos autolesivos, como inflingirse cortes para seguir avanzando de nivel, hasta llegar al suicidio como es el caso de la “Ballena azul”, el espeluznante juego creado en Rusia.

Y ahora nos enfrentamos a otra amenaza: Momo, un juego de origen asiático que se ha extendido llegando a nuestro país.

Los jóvenes reciben la invitación a través de Facebook o WhatsApp con la imagen de Momo, la muñeca deformada con apariencia terrorífica. Una vez se inician en el juego los participantes deben ir superando retos. En un principio tienen que ver con “gamberradas” que deben certificar enviando audios o videos. Pero las pruebas van cambiando hasta llegar a pedir imágenes de tipo sexual.

El chantaje aparece en el momento en el que la persona se niega a continuar y comienza la extorsión: infunden el miedo asegurando que se le está observando y amenazando con publicar el contenido ya enviado en pruebas anteriores.

Los análisis realizados de las víctimas de este acoso informático no responden a un perfil concreto. Se encuentran tanto chicos vulnerables a la manipulación como personas atrevidas que subestiman la importancia de los retos confiando en su capacidad para abandonar cuando quieran.

Psicólogos en Cáceres. Aurora Gardeta. Terapia online y presencial.