Hasta ahora la idea de poder conectar los cerebros de diferentes personas, y además que se comuniquen sin palabras y sin verse, como si se tratase de “telepatía” sonaba más a ciencia ficción que a una opción real.

Pues bien, los avances en la investigación neurológica cada vez son más sorprendentes y el mandar información de unos cerebros a otros ya es posible gracias al estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Washington y Carnegie Mellon.

La manera en la que lo comprueban fue la siguiente: vinculan los cerebros de 3 personas a través de una interfaz bautizada como BrainNet en la que se recogen datos proporcionados por la actividad de un electroencefalograma (EEG) y de la estimulación magnética transcraneal (TMS).

Separan a los participantes que se han “conectado cerebralmente” mientras tienen que jugar a algo similar al Tetrix. Uno de ellos no tiene la imagen de dónde cae la pieza así que son los otros dos quienes le transmiten esa información de si debe o no girarla para que encaje.

Los resultados obtenidos fueron muy alentadores: el 81% de las veces la persona daba la respuesta correcta, no pudiendo explicarse por el mero azar.

Aunque todavía están en una fase muy inicial y la información cerebro-cerebro solo permite una elección entre dos alternativas (girar el bloque o no girarlo), los hallazgos obtenidos abren el camino a futuras investigaciones en las que se puedan transferir datos más complejos articulando una comunicación grupal, por ejemplo para la resolución de problemas. Es decir, se podría generar una especie de red social de cerebros interconectados, una posibilidad tan asombrosa como espeluznante.

Psicóloga en Cáceres. Aurora Gardeta Gómez. Terapia online y presencial.