Cada profesional tiene su propia forma de abordar los tratamientos en función de su orientación clínica. Así los terapeutas conductuales se centran más en los comportamientos, los cognitivos en los pensamientos, los psicoanalistas en la base que sustenta el problema o  profesionales que combinan las diferentes ramas de conocimiento en función de las necesidades del propio paciente.

Pero de forma genérica una estructura lógica de cómo se organizan las sesiones de psicología sería la siguiente:

La primera dedicada a hablar del aquí y el ahora: qué sucede, con qué puede estar relacionado, qué cosas se ha intentado hasta el momento para saber qué ha funcionado y qué no. Eso ayuda a conocer las estrategias que hay que reforzar o extinguir. Como ocurre también con las personas que ya han acudido a un psicólogo antes. Lo que les ayudó nos da pistas de lo que puede volver a ayudar y al contrario. En esta sesión el terapeuta suele hacer un resumen de lo expuesto por el paciente comprobando que ha comprendido su situación y quizás plantear la línea de trabajo a seguir. Pero es muy difícil salir de la primera sesión ya con alguna estrategia concreta aunque sea una demanda frecuente entre los pacientes. No existen dos personas iguales, y aunque haya muchas técnicas para tratar un problema concreto, antes de elegir una hay que asegurarse cuál es la más adaptada en su caso.

La segunda sesión suele dedicarse a hacer un recorrido biográfico por la vida de la persona: en qué familia ha crecido, cómo eran sus relaciones, cuál fue la educación que le inculcaron, cómo era de pequeño y en su adolescencia, las personas importantes de su vida, cómo reaccionaba frente a determinadas situaciones… porque aunque su problema no date de su infancia  o de momentos pasados, es cierto que cuando llegamos a la vida adulta lo hacemos con un bagaje compuesto por todas las piezas del puzzle que configuran la personalidad y ésta se viene forjando desde hace años. Conocer sus componentes es necesario para a elaborar un plan de tratamiento personalizado.

Y a partir de ahí, una vez hemos detectado qué ocurre y tenemos algunas intuiciones (aunque todavía no sean certezas) de por qué, es cuando podemos empezar a plantearnos qué hacer para cambiar buscando estrategias en un trabajo conjunto entre paciente y terapeuta.

Psicólogo en Cáceres. Terapia online y presencial. Aurora Gardeta.