El 33% de las parejas que se divorcian deciden acabar su relación en estas fechas. La pregunta inmediata que surge ante tal hallazgo estadístico es ¿qué ocurre en estos meses para que se registren los datos más altos de rupturas? Pues bien, para la inmensa mayoría de los españoles, septiembre es una fase que discurre entre las vacaciones de verano y la incorporación a la rutina diaria.

En cuanto a la primera, a pesar de ser un periodo liderado por el disfrute, también implica un aumento exponencial del tiempo de convivencia, destapando los desajustes afectivos presentes durante el resto del año. Y en cuanto al segundo, el síndrome postvacacional, que como cualquier periodo de adaptación a un cambio, en el que sustituimos la hamaca de playa por el sillón de la oficina y el mojito vespertino por el café mañanero, es una tarea difícil de afrontar.

La siguiente pregunta inevitable es: ¿qué podemos hacer para evitar el fatal desenlace?

Les planteo 3 aspectos a cuidar que entrañan los pilares de la relación afectiva:

ASERTIVIDAD

Una buena manera de resolver los desencuentros es utilizando dos sencillos pasos en escrupuloso orden: uno, comenzar manifestando  empatía, esto es, expresándole al otro nuestra comprensión de su malestar con frases como: entiendo cómo te sientes, te comprendo.  Y dos, exponer nuestro argumento, iniciado por un  “sin embargo…” o “en cambio…”. Y no crean que se trata de meras figuras literarias elegidas al azar. Utilizar el “pero…” genera rechazo y tiene el efecto psicológico de anular lo dicho anteriormente mientras que el “sin embargo” o el “en cambio” lo entendemos como otro punto de vista.

ILUSIÓN

Aunque  la tiranía de los relojes nos despoja de gran parte de nuestro tiempo de placer, fomentar los planes de pareja, a pesar de no poder realizarlos de manera inmediata, es un requisito imprescindible para reforzar la sensación de un proyecto común.

SEXUALIDAD

El tercer pilar que sustenta las relaciones de pareja es la sexualidad, un terreno exclusivo y reservado a la relación sentimental que marca la diferencia con el resto de transacciones emocionales. Evitar la rutina y avivar el deseo contribuye al bienestar de la pareja, así como las  fantasías, tan necesarias como deseables. No olviden que la sexualidad está antes en su cerebro que en ningún otro lugar.

Psicóloga en Cáceres y Salamanca. Aurora Gardeta.