Incluir deseos y fantasías

Sabemos que la imaginación es un potente reforzador del deseo sexual y la excitación, por tanto la integración de fantasías sexuales dentro de la relación contribuye a aumentar la calidad de las mismas, tal y como Helen Kaplan nos muestra en sus escritos.

Pero  fantasía no son siempre deseos (de acto) aunque se construyan con ellos. Es decir, uno puede querer explorar con su pareja algunos deseos, como el llamado juego de roles, en los que cada miembro representa un personaje (una ostenta la profesión de enfermera y el otro actúa como paciente) o aquellas en las que se recrea una situación (como representar que se acaban de conocer).

Hay fantasías no trasferibles a la realidad  que son simplemente recreativos mentales, como por ejemplo, lo que le ocurre a las mujeres que fantasean con la idea de ser sometidas en el acto sexual (viéndose forzadas, humilladas, recibiendo mandatos obscenos, ocupando el rol masoquista, etc. ) Esta fantasía, de las  más frecuentes entre el género femenino,  generan excitación exclusivamente si se realizan en la imaginación.

La clave está por tanto en consensuar qué deseos realizar de ambos y permitirse total libertad para desarrollar  fantasías (antes, durante o después de la relación sexual)  sin censuras ni decoros.

 

Practicar el placer por turnos

El placer sexual está integrado por pensamientos y sensaciones físicas, que nacen y terminan en uno mismo. Aunque la relación sexual con otra persona incluya la consideración y el placer de la pareja, el poder centrase en uno mismo, abandonarse a la vivencia de sus propias sensaciones, contribuye a potenciar el placer. Tal y como planteaban Masters y Johnson en los años 70, incluir  juegos de turnos (también llamado placerado o focalización sensorial), en los que se proporcione placer a la pareja sin que ésta tenga que hacer nada, para después de haber “pagado”, ser receptor de esa misma práctica, ayuda a reducir la tensión de las transacciones sexuales y fortalecer el disfrute.

 

Psicóloga en Cáceres y Slamanca. Aurora Gardeta.