Cuando no existe un dolor físico sin embargo aparece la preocupación sobre la salud o el temor a tener una enfermedad es fácil identificar que estamos frente a una persona un hipocondríaca, pero ¿y si realmente aparece una dolencia física? ¿qué diferencia hay entre una preocupación normal y la de un hipocondríaco? 4 criterios relacionados con el dolor nos ayudan a clarificarlo.

FRECUENCIA: una preocupación normal sería preocuparse cuando el dolor (de cabeza, en el pecho, en la espalda, etc.) aparece de manera reiterada, mientras que el hipocondríaco se preocupa cuando el dolor aparece la primera vez.

INTENSIDAD: la preocupación normal aparece cuando el dolor es intenso. No basta con que moleste, tiene que doler, mientras que el hipocondriaco se preocupa simplemente cuando algo le molesta, aunque solo sea una incomodidad.

INTERPRETACIÓN: lo normal sería hacer una interpretación del dolor ajustada al síntoma que aparece, mientras que el hipocondríaco realiza una interpretación catastrófica de su síntoma físico creyendo padecer un problema más grave del que realmente tiene. Si duele la cabeza la interpretación puede ser en este caso: sufrir un derrame cerebral.

LIMITACIÓN: lo normal sería preocuparse cuando el dolor limita la vida cotidiana: por ejemplo, si hay un dolor en la pierna y la persona no puede andar. El hipocondríaco sin embargo se preocupa aunque el dolor no limite su vida cotidiana, es decir, frente al mismo ejemplo de dolor en la pierna se preocupa aunque pueda andar perfectamente.

Psicóloga en Cáceres y Salamanca. Aurora Gardeta.