Las discusiones dentro de la pareja son comunes tanto en las parejas felices y estables como en aquellas que no lo son. Ahora bien, ¿cómo son esas discusiones en unas y en otras? Un estudio realizado por Gottman y cols., analizó el comportamiento de  677 parejas, de las que rescataron algunas de las claves que diferencian a las parejas felices de las infelices:

 

1.      Inicio de la discusión

El cómo aparece la discusión es algo discriminatorio. Las discusiones que se producen de manera abrupta  están más relacionadas con la inestabilidad en la relación y la ruptura sentimental que aquellas que aparecen de forma escalada y progresiva.

 

2.      Queja vs criticismo

La queja sería la expresión de un desacuerdo en cuanto a la conducta del otro y  se formula como sigue: no me gusta que…  (por ejemplo: no me gusta que dejes la mesa sin recoger). De esta manera, la queja, al referirse a una cuestión concreta y modificable puede dar lugar a una comprensión mayor de las necesidades  y permite establecer soluciones eficaces.

Sin embargo, cuando la queja se convierte en criticismo, lo que hacemos es expresar la queja en relación a las características personales del otro, del tipo: eres… (eres un egosísta por dejar la mesa sin recoger), que está relacionado con las parejas menos felices.

El estudio revela que ambos comportamientos (queja vs criticismo) son más comunes en las mujeres.

 

3.      Defensividad

Se trata de la reacción producida por la interpretación de un ataque, que suele ser más frecuente en los hombres. En vez de acoger la queja (que sería una respuesta relacionada con las parejas que manejan adaptativamente su relación) se opta por eludir la responsabilidad (“yo no dejo la mesa sin recoger, eso es mentira”) o contraatacar (“yo no te digo nada cuando te pasas una hora metida en el baño” ), lo que aparece con más frecuencia en las discusiones de parejas infelices.

4.      El desprecio

El desprecio solo aparece en parejas disfuncionales y se trata del mayor predictor de la separación encontrado en el estudio. Se puede manifestar tanto en una actitud no verbal (hacer muecas mientras el otro está hablando, reírse de él), como en expresiones descalificatorias (“para qué me molesto en discutir contigo si  no sabes ni hablar” ) que desacreditan, humillan o ridiculizan a la pareja.

5.      Indiferencia 

Mostrar una actitud de comprensión o implicación durante una discusión puede favorecer la resolución conjunta del conflicto, como por ejemplo manifestar expresiones de escucha (asentir mientras el otro formula su queja), o mantener una actitud corporal receptiva (mirar a la persona mientras habla), presentes en las relaciones más felices.

Sin embargo la indiferencia como mecanismo de huida del conflicto (mirar hacia otro lado, utilizar frases cortas desprovistas de emocionalidad)  suele generar reacciones de enfado en la otra persona que con frecuencia provocan una escalada de conflicto y que está presente en las relaciones inestables, conflictivas y aquellas que terminan rompiendo.

Cuando los 4 útltimos elementos (el criticismo, desprecio, defensividad e indiferencia), están presentes en una relación, la probabilidad de la separación es del 85%.

 

Psicóloga en Cáceres y Salamanca. Aurora Gardeta.