Cuando sentimos diferentes molestias referidas a la salud física, que son imprecisas (dolores de cabeza, musculares, en cuello, espalda, el estómago, temblores, fatiga) y los profesionales sanitarios nos dicen que no están relacionadas con ninguna enfermedad médica, debemos plantearnos que el cuerpo esté siendo la vía por la que se manifiesten conflictos que tengan que ver con cuestiones emocionales, lo que en psicología se conoce como somatizaciones. Al igual que sucede cuando caemos enfermos, que se altera nuestro estado de ánimo, nuestro mundo interno también afecta al cuerpo.